Se trata de la reforma del entorno de la plaza del Gran Teatro y del tramo principal de la calle Toledo que se transformarán para priorizar al peatón, sobre todo a partir de cierta hora por las tardes y durante los fines de semana. Las obras, con un plazo de ejecución de ocho meses, se ejecutarán directamente por el Ayuntamiento de Manzanares, que invertirá en la primera fase más de 600 000 euros.
Con el objetivo de que el Servicio Técnico Municipal tenga el “control absoluto” de la obra y de su temporalidad, se ejecutará directamente por el propio Ayuntamiento de Manzanares. Se empezará desde la rotonda de la calle Toledo y se irá haciendo por tramos.
El objetivo es que afecte lo menos posible a los negocios de la zona, por eso se aprovecharán para trabajar los meses de verano, con menor actividad, y se hará un esfuerzo para que la hostelería pueda funcionar con normalidad.
En la línea del proyecto de semipeatonalización llevado a cabo en el casco histórico, calzada y aceras llevarán granito y estarán al mismo nivel, se desmantelará la gasolinera y los tilos, que han dañado aceras y edificios, serán trasplantados a otras zona verdes y sustituidos por palmeras.
En una segunda fase se intervendrá sobre los 7 600 metros cuadrados del interior de la plaza, en las zonas delantera y trasera del Gran Teatro, y se llevará a cabo en 2022.