En una campaña que se anuncia con un descenso de la producción muy importante, con previsiones que se actualizan a la baja, sobre todo en las variedades autóctonas tradicionales, blanca airén y tinta tempranillo, los primeros precios que se han conocido de las grandes bodegas, en concreto de Félix Solís, se consideran "fuera de cualquier realidad".
Francisco Patiño, viticultor de la zona y miembro de la sectorial vitivinícola de ASAJA, considera que si se habla de subidas son inapreciables y ni siquiera se pueden considerar como tal cuando se analizan unas condiciones de compra que, señala, tienen "trampa".
Bodegas Félix Solís estaría ofreciendo comprar el 60% de las uvas como Denominación de Origen Valdepeñas, el 40 para vino de mesa. Otros elaboradores ni si quiera quieren coger uva DO.
Patiño va más allá y apunta que, tal y como están redactados los contratos que están presentando las bodegas para su firma, se podrían elaborar vinos con Denominación de Origen con uvas que los productores hubieran cobrado a precios de vino de mesa.
El representante de la organización agraria valora en positivo la bonificación por vendimia manual, es decir el viñedo en vaso tradicional, porque reconoce el mayor esfuerzo de quienes mantienen este tipo de cultivo. Aunque cree que está enfocado a la comercialización del producto final, para que las bodegas puedan ofrecer al consumidor vinos con una característica diferenciadora.
Una decisión comercial que, en su opinión, ni compensa ni es rentable. Todavía menos en esta campaña, cuando el viñedo de secano en vaso apenas tiene producción debido las condiciones meteorológicas que ha sufrido la vid.