Esta gran capa de polvo en suspensión, acompañada por fuertes rachas de viento y temperaturas más altas de lo habitual para esta época del año, cubre todo a su paso, llevándose la humedad del aire y secando la tierra, que había encontrado un ligero respiro en las últimas lluvias.
En esta zona es poco común que un fenómeno de estas características dure tanto tiempo, cuanto más se prolongue más se agudizarán sus efectos en el campo. Como explica a Onda Cero el secretario general técnico de ASAJA Castilla-La Mancha, Arturo Serrano.
El cultivo que se está viendo más perjudicado por esta calima es el almendro, en plena floración, porque el polvo y el viento hacen caer las flores y entorpecen la labor de polinización de abejas y otros insectos.
Los cultivos leñosos, como la vid y el olivo, son más resistentes y otros se encuentran en un momento de su ciclo vegetativo menos delicado, aún así Serrano advierte que es necesario estar muy atento a las previsiones meteorológicas. Si llueve poco el polvo puede formar una capa de barro sobre la planta que puede ser perjudicial.
Y así los agricultores siguen con un ojo puesto en el cielo esperando que se produzcan lluvias abundantes.