Los horticultores calculan que las pérdidas oscilan entre el quince y el veinte por ciento, sobre una previsión de cosecha de 1 200 000 kilos. Los daños en el pimiento infanteño se deben a las sucesivas olas de calor durante este mes de agosto. Las altas temperaturas continuadas, con picos por encima de 40º sostenidos en las horas centrales del día, han "quemado" parte de la producción de este vegetal, explica a Onda Cero el presidente de la Cooperativa Hortícola La Moraleja, Luis Mena.
FUTURO INCIERTO
El pimiento cascudo que se cultiva en la zona de Villanueva de los Infantes, de la variedad lamuyo, es muy apreciado en los mercados, por sus cualidades diferenciadas y únicas. Su comercialización ha generado durante años riqueza y empleo.
Sin embargo, en la última década el número de productores se ha reducido a la mitad poniendo en riesgo el futuro de este cultivo, principalmente por la falta de relevo generacional y por los problemas con el agua.
El pimiento es un cultivo de regadío rotativo, pero la normativa actual de la Confederación Hidrográfica del Guadiana no permite utilizar el agua autorizada para una parcela en otra diferente, expone Mena.
Para los que todavía cultivan este pimiento infanteño, las previsiones sitúan el inicio de la campaña de recogida a principios del mes de septiembre.