Al llegar la época de vendimia, una de las campañas agrícolas más importantes en esta zona, Cáritas Valdepeñas señala que el alojamiento continúa siendo un problema para muchos temporeros. El pasado año se detectaron 12 personas que se encontraban viviendo en cortijos abandonados considerados infraviviendas, que carecían de la dotación de suministros básicos (agua y luz), y no reunían las condiciones mínimas de habitabilidad y salubridad. Alfonso Patiño, director de Cáritas Valdepeñas.
Ante este escenario, desde la organización se hace un llamamiento a los agricultores para que faciliten a estas personas un lugar digno donde vivir, mientras desarrollan su trabajo en la zona. También animan al conjunto de la sociedad a romper estereotipos que dificultan que estos temporeros accedan a alojamientos dignos.
En los datos de la campaña 2022, las atenciones por parte de Cáritas se han repartido entre la campaña de vendimia y de aceituna, siendo 72 el total de personas temporeras atendidas en Valdepeñas, un 71% más que el año anterior. Este aumento se ha podido producir por la mayor circulación de personas al finalizar la pandemia, en contra de la tendencia a la baja de los últimos años.