Se levanta la Zona de Protección, transcurridos más de dos meses desde la declaración del último foco de focos de viruela ovina y caprina en la región. A partir de ahora, con su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, se establecen zonas de vigilancia, que en Ciudad Real está formada por 16 municipios del noroeste de la provincia, en las comarcas de Alcázar de San Juan y Manzanares.
En esta área se permiten únicamente las salidas de las explotaciones a mataderos situados en la propia zona que cumplan ciertas condiciones, entre otras la inspección clínica de los animales, la verificación de correcta limpieza y desinfección y que se precinten los medios de transporte después de la carga del ganado y sean desprecintados en el matadero de destino.
Para el resto de las explotaciones de ovino y caprino de la provincia se establece una zona de restricción adicional, sujeta también a las condiciones anteriores. En ella, los mataderos podrán recibir animales procedentes del territorio nacional para su sacrificio y se autorizarán salidas a mataderos situados tanto de la zona de vigilancia como en la de restricción adicional.
El esquileo queda prohibido en la Zona de Vigilancia, salvo que sea necesario por bienestar animal, en el resto se debe realizar de acuerdo con el protocolo establecido.
Mientras, el traslado de la leche se realizará desde cada una de las explotaciones en un camión con único destino la industria, el vehículo se desinfectará a la salida de la explotación y se cumplirán los requisitos establecidos.
MEDIDAS DURAS, PERO NECESARIAS
El consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, ha reconocido esta mañana que se trata de unas medidas "duras" para los ganaderos, pero necesarias para contener la enfermedad.
En este contexto, Martínez Lizán ha señalado que queda pendiente ver cómo ayudar a los ganaderos que han tenido pérdidas.