Su estructura urbana, la monumentalidad de sus sistemas defensivos y los materiales arqueológicos hallados en el Cerro de las Cabezas dan cuenta de una floreciente ciudad que controlaba el paso entre la actual área manchega y el valle del Guadalquivir, a través de Sierra Morena.
El yacimiento es Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Zona Arqueológica desde 1998 y un punto de referencia en la cultura ibérica. Ahora, poco más de ocho meses después de que se publicara el inicio del expediente en el Diario Oficial de Castilla-Mancha, a finales de diciembre de 2021, ya hay fecha para su declaración como Parque Arqueológico, será a finales de este mes, en el último Consejo de Gobierno de septiembre.
Como ha confirmado esta mañana el presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page, tras visitar el Cerro de las Cabezas.
Entre los restos más destacados del Cerro de las Cabezas, se encuentran dos santuarios, uno de clara influencia del mundo fenicio y púnico, y otro de connotaciones indoeuropeas; varios almacenes comunitarios, hornos de pan y alfareros; y un sistema defensivo con una extensión de 1 600 metros lineales, torres y bastiones cada 35 metros.