Los agricultores miran atentos al cielo con la esperanza de que la lluvia siga cayendo

La escasez de agua y rentabilidad motivan una reconversión tranquila, pero sin pausa, de los cultivos de secano en la provincia de Ciudad Real

Las precipitaciones, que el campo recibe con fruición, son bienvenidas y beneficiosas durante el invierno para los cultivos, aunque las cantidades recogidas hasta el momento son insuficientes para paliar los efectos de la sequía que afecta a este territorio.

Mª Ángeles Díaz Madroñero

Valdepeñas |

Entre los cultivos más extendidos en la provincia de Ciudad Real, el cereal es el primero en germinar y la lluvia es positiva para los tallos incipientes. Sin embargo, los agricultores recuerdan que todavía queda mucho tiempo hasta la recolección y hace falta mucha más agua, además de unas condiciones climatológicas adecuadas, para llegar a una campaña positiva.

Incluso así, los precios del cereal pueden no compensar la subida de los costes de producción, explica a Onda Cero Juan José Díaz de los Bernardos, agricultor de La Solana.

De hecho, desde hace un tiempo, el cereal de secano se ha empezado a sustituir por otras opciones como el olivar, el almendro o el pistacho.

Esta falta de rentabilidad afecta, de forma casi generalizada, a las explotaciones agrícolas de secano, afirma Juan José Díaz de los Bernardos. Este tipo de cultivos, habituales en el campo de esta zona donde el agua no abunda, ni siquiera en una época de lluvias normal.