Ya se han plantado unos cuatrocientos ejemplares de la mitad de las especies previstas por el proyecto ForRest para favorecer el enriquecimiento botánico de la finca, una labor que está previsto completar a lo largo de este mes de febrero.
También se han realizado otras acciones dirigidas a promover la diversificación estructural y funcional del monte, diversificar la composición botánica y fomentar la fauna local.
Estas medidas no solo pretenden enriquecer el Cerro Periquito, sino también sentar las bases de una gestión sostenible del monte mediterráneo, orientado a aumentar su resiliencia y capacidad de mitigación y adaptación al cambio climático, explica a Onda Cero Vega Santos, técnica de proyectos de FIRE.
Santos recuerda que el Cerro de Periquito siempre ha estado muy vinculado a la ganadería, en él hay una antigua casa de labranza y varios apriscos de piedra seca. Y, a día de hoy, todavía las ovejas de un joven ganadero de Torrenueva pastorean en esa zona. Por eso este proyecto de recuperación, además de su valor medioambiental, crea sinergias y beneficios para la comunidad.
Además, el entorno cuenta con una singular biodiversidad, es un terreno de colonización del lince ibérico y hábitat del águila imperial, lo que lo convierte en un espacio ideal para el desarrollo de este proyecto.