Después de dos años especialmente duros para el sector, con enfermedades que han obligado al sacrificio de miles de animales, restricciones que han incrementado sus costes y han supuesto la venta de sus corderos muy por debajo de su precio, hoy han recorrido las calles de la capital ciudadrealeña para hacer visible su situación.
La manifestación ha sido convocada por los propios ganaderos, como plataforma espontánea, y han insistido en desvincularse de cualquier sigla. Ni organizaciones profesionales agrarias, ni partidos políticos.
Más allá de las ideologías o afiliaciones individuales, han querido presentarse como una piña y reivindicar de la administración compensaciones económicas para las explotaciones ganaderas de toda Castilla-La Mancha, que sufren las consecuencias de la inmovilización del ganado debido a la viruela ovina y caprina.