En esta zona las precipitaciones han dejado una buena cantidad de agua que es bien recibida por el sector primario, en un escenario de sequía y tras un invierno duro debido a las heladas. Para el cereal estas lluvias, más un poco de sol, pueden tener un impacto positivo en la cosecha. En el caso de la viña ayudar a que brote con fuerza y al olivar esta agua le ayuda a recuperarse de una campaña con buenas cifras de producción.
El futuro, sin embargo, es incierto. Porque últimamente las lluvias se concentran en periodos cortos y no se sabe cuándo volverán a caer y tienen muy presente que no es suficiente para recargar los acuíferos. Ángel Simón, agricultor biodinámico en Torrenueva.
BUENA PRIMAVERA PARA LA GANADERÍA EXTENSIVA
Para la ganadería extensiva estas lluvias tiene efectos positivos directos en su economía, porque gracias al agua caída la hierba ha comenzado a crecer en el campo. Esto supone un ahorro importante en la compra de pienso y beneficios para la salud de los animales que salen a pastar, como enumera a Onda Cero el ganadero de Valdepeñas, José García de Mateos.

Además, puntualiza García de Mateos, la hierba fresca que comen los animales pastoreados aporta matices distintos a su leche y a los alimentos que se elaboran con esta materia prima, como el queso o el requesón.