En el caso del cementerio manzanareño existen dos zonas diferenciadas, la zona católica donde hay 8 fosas comunes y la parte civil o extramuros, donde ahora empiezan las exhumaciones de los 30 cuerpos enterrados. Como ha explicado a Onda Cero el coordinador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Marco González.
Este es el inicio de un proceso minucioso para el equipo multidisciplinar de expertos, que incluye entre otros un arqueólogo y un antropólogo, también una figura de enlace con los familiares de las víctimas que proporciona asistencia psicológica en estos complicados momentos.
Saber el lugar exacto de la fosa donde estaban los suyos no fue tarea fácil para las familias que, con el paso de los años, han ido colocando sepulturas sobre la tierra para señalar el lugar y los posibles cuerpos allí enterrados. Sin embargo, para muchos la mejor manera de honrar a sus seres queridos pasa por la exhumación e identificación de los restos para que descansen en las tumbas familiares.
Esta es la primera intervención que se realiza en las fosas de esta localidad que albergan, en total, los cuerpos de 288 personas enterradas en diferentes zonas y que, en su mayoría, fueron ejecutadas en fusilamientos masivos entre 1939 y 1940, cuando la represión con resultado de muerte fue más dura en este municipio.
Aunque la mayoría eran de Manzanares, también hay víctimas de localidades cercanas como Membrilla, La Solana, Villarta de San Juan, Valdepeñas o Moral de Calatrava.