Francisco Martínez Arroyo afirma que el Gobierno regional ha tomado medidas extraordinarias para ayudar a garantizar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas de Castilla-La Mancha.
No se ha detenido Martínez Arroyo en el problema de la alta incidencia de la tuberculosis en la provincia de Ciudad Real, con más de 30 000 cabras sacrificadas a cierre de 2021. En cuanto a las razones que están llevando a numerosos ganaderos de ovino y caprino de la comunidad autónoma a sacrificar animales jóvenes y sanos, solo en Ciudad Real alrededor de 20 000 cabezas, al quedarse sin dinero para alimentar y mantener a sus rebaños, el titular regional de Agricultura ha insistido en que, si bien toda la sociedad se está viendo afectada por la guerra, el Ejecutivo castellano-manchego ha tenido en cuenta las necesidades específicas de los ganaderos con ayudas directas para compensar la pérdida de renta, flexibilidad y sin burocracia.
Sobre las reivindicaciones del sector para que las herramientas existentes, a nivel nacional la Ley de la Cadena Alimentaria y en la región el Observatorio de Precios, sean efectivas, Francisco Martínez Arroyo ha defendido que se han conseguido numerosos avances en este sentido con el actual Gobierno de Castilla-La Mancha. Y aunque las circunstancias actuales sean "complicadas y coyunturalmente difíciles" para la ganadería, el sector agroalimentario está tirando de la economía y cuenta con el apoyo del Ejecutivo regional.