El incremento del precio de la electricidad, de los carburantes, la viñeta por el uso de la autovías o los 1000 euros de incremento en el impuesto de matriculación hacen que muchos no tengan perspectivas de futuro. Además la presión fiscal elevada provocará una contracción del consumo y eso llevará pareja la destrucción de puestos de trabajo. En este escenario los autónomos se verán obligados a repercutir el encarecimiento de todo en el precio de sus productos y servicios, lo que aún agudizará más el problema.
Rivero ha destacado que los autónomos son conscientes de que, si quieren una buena jubilación, tienen que elevar su cotización, pero la mayoría no lo hacen porque es económicamente inasumible.
Para colmo de males, el inicio del año ha venido con un aumento en la tasa de autónomos y aunque no quieren empezar el año llorando, tampoco pueden seguir callados. Desde ATA son más dados a la negociación que a la manifestación, pero no descartan que, cuando algunos vean perder su negocio, dejen constancia de su malestar, de su "tristeza". Y es que el autónomo, según ha recordado Rivero, responde con todo su patrimonio, incluido el de sus herederos, debido a una mala Ley de Segunda Oportunidad.
