La administración regional ha retomado la ronda de controles en las explotaciones de las comarcas de Valdepeñas y Campo de Montiel, donde se han detectado nuevos casos de tuberculosis en cabras. Algunos se enfrentan al problema por primera vez.
La cifra de animales que serán sacrificados ha descendido de forma significativa, ya que apenas quedan cabras en esta zona tras el sacrificio de casi 30 000 cabezas en la provincia durante 2021. Como explica José García de Mateos, en nombre de los ganaderos afectados.
Esta situación ha precipitado los abandonos en el sector del caprino de la provincia, el 99% de los afectados por los vaciados sanitarios por tuberculosis no han vuelto a invertir en esta especie pecuaria.
Solo en la zona sureste, que comprende las comarcas ganaderas de Manzanares, Valdepeñas y Campo de Montiel, se han perdido en menos de un año una decena de explotaciones de alrededor de 40. Y otras cinco están en el límite.
Sin embargo, muchos otros factores negativos están llevando a la ganadería al borde de la desaparición. El incremento de los costes de producción, la escasez de mano de obra, la burocracia que exige cada vez más trámites o las presiones de las empresas lácteas para rebajar el precio al que compran la leche.
Esta última, a pesar de que la merma del número de animales tiene como consecuencia directa la escasez de leche. Varias queserías de la comarca de Valdepeñas apenas pueden sacar adelante la producción de queso de cabra y otros derivados lácteos para atender a sus clientes, alguna ha dejado de elaborar y se han centrado en otros productos.
Y, por último, uno de los problemas destacados que abocan al abandono del sector de la ganadería en la provincia de Ciudad, y en el conjunto de Castilla-La Mancha, es la falta de relevo generacional. Entre otras cosas, los jóvenes descartan invertir en un sector que, como cualquier tipo de empresa, debe ser rentable.