La "Operación Aníbal" ha permitido desarticular un grupo criminal dedicado a la trata de seres humanos y al tráfico de estupefacientes. La Policía Nacional ha liberado a tres víctimas, mujeres extranjeras en situación irregular que eran explotadas sexualmente, obligadas a ejercer la prostitución en condiciones insalubres, sin posibilidad de rechazar a potenciales y clientes y a cualquier hora del día. Francisco Chacón, portavoz de la Policía Nacional.
Como resultado de esta operación han sido detenidas dos personas. Un varón, supuesto arrendatario de la vivienda, y una mujer, que hacía labores de encargada o madame, gestionaba la publicidad del servicio y la atención a los clientes.
Además, los agentes han decomisado en los registros cocaína y marihuana dispuestas para su venta, cerca de 2 000 euros en efectivo, así como un puñal de 13 centímetros y medio de filo y una pistola simulada marca Beretta de 9mm Parabellum, con los que presuntamente amenazaban a las mujeres explotadas.
A los detenidos se les imputan los delitos de prostitución y contra la salud pública.