Samuel Moraleda reconoce que la situación es preocupante debido a la sequía provocada por la falta de precipitaciones, aunque los ocho embalses de la provincia pertenecientes al Guadiana tienen un 6% más de recursos hídricos que hace un año. Moraleda reconoce que no hay que relajarse porque el panorama es muy complicado, a pesar de ello dice que el abastecimiento humano está garantizado.
Todas las unidades territoriales del Guadiana están o en emergencia o en alerta por sequía. Preocupa sobre todo el Campo de Calatrava, ya que el pantano de Vega del Jabalón está seco y los municipios vienen abasteciéndose a través de pozos de emergencia, a la espera de que llegue el ramal de la Tubería Manchega. Y también preocupa la situación del embalse de La Cabezuela, en el Campo de Montiel. Está solo al 7% de su capacidad y Moraleda avanza que se tendrán que movilizar recursos de aguas subterráneas para garantizar el abastecimiento.
Si los embalses están algo mejor que el año pasado, no sucede lo mismo con las masas de aguas subterráneas. La situación ha empeorado respecto a 2022, según Samuel Moraleda.
Sobre el recurso que ASAJA, Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha y varias Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas han presentado ante el Tribunal Supremo contra el Plan Hidrológico del Guadiana, el presidente de esta Confederación respeta la decisión, pero no la comparte. Afirma que este plan es el adecuado para la recuperación de las masas de agua del Guadiana y las medidas que se recogen se basan en estudios rigurosos.