Este es el caso del olivar. Los árboles, muy afectados por la prolongada falta de precipitaciones, se benefician del agua que está cayendo y ayuda a su recuperación.
El olivo mejora del estrés hídrico y mantiene la poca aceituna que está cuajando, sin embargo, no cambia una campaña marcada por una floración mala que se va a traducir en una cosecha muy escasa, explica a Onda Cero la gerente de la Cooperativa Olivarera de Valdepeñas, COLIVAL, Consoli Molero.
Molero avanza que, a nivel comarcal y nacional, se prevé una campaña con una producción históricamente pequeña y que ya tiene su reflejo en la subida de los precios del aceite de oliva.