En la actualidad las familias son más pequeñas, en muchos casos parientes y amigos no están cerca, y cuando nacen los hijos los padres se sienten abrumados por una situación nueva a la que necesitan dedicar tiempo y atención.
Además, si bien amamantar tiene una parte instintiva, la lactancia necesita un aprendizaje y diferentes estudios demuestran que "las mujeres que se sienten apoyadas por otras madres confían más en sí mismas, mantienen lactancias de mayor duración y pierden menos la calma en situaciones estresantes". Ahí reside la importancia de grupos de apoyo como Enlazados, nos cuenta una de sus integrantes, Carmen Martínez.
Es un espacio seguro donde las madres, las familias, pueden crear vínculos; compartir experiencias, cada uno en la medida que quiera; y pasar un rato con otras personas también inmersas en esta etapa de la crianza.
Porque ese contacto directo favorece la conexión emocional y el lenguaje no verbal. Permite a las mamás observar el amamantamiento, tejer redes y propiciar, recuerda Martínez, la trasmisión de esa "sabiduría de madre a madre".
Esto es algo que las mujeres han hecho a lo largo de milenios: apoyarse entre ellas para poder parir, amamantar y criar a sus hijos.
Enlazados se reúne los segundos miércoles de cada mes, a las cinco y media, en el Centro Social del Parque de las Infantas de Valdepeñas.