Torrenueva y Castellar de Santiago son dos de las tres localidades que reciben agua sin tratar del embalse de La Cabezuela que, en lento y continuo descenso, solo retiene agua para un máximo de tres meses.
Y, si bien avanzan los preparativos para dar respuesta a las necesidades de los habitantes que se abastecen de este pantano, a través de un antiguo pozo de emergencia, Pozo Genaro, estos dos pueblos se enfrentan a un problema añadido, ya que las conducciones por donde discurre el agua sufren numerosas roturas y preocupa que no sean capaces de soportar la presión, como explica a Onda Cero el alcalde de Torrenueva, Raúl Bravo.
Mientras tanto, se trabaja para tener listo un pozo de apoyo que, a falta de ser equipado, puede proporcionar un aporte complementario de agua a los torreveños, detalla Bravo.
Ya hay un acuerdo con la Junta de Comunidades, que va a destinar 48 000 euros a este fin e impermeabilizar el depósito. Falta licitar las obras, que tienen un plazo de ejecución de un mes.
EL alcalde informa a Onda Cero que existe un segundo pozo, sin embargo, es una opción poco viable. El agua contiene altos niveles de hierro y sería necesario un sistema de filtración específico, con un alto coste.