Los contratos que las industrias lácteas han empezado a presentar a los ganaderos plantean precios a la baja, con una disminución en leche de cabra que oscila entre 9 y 11 céntimos por litro y para oveja, no adscrita a Denominación de Origen, hasta 18 céntimos menos por litro.
Para Unión de Ganader@s Independientes (UGI) es un descenso arbitrario, ya que los datos oficiales muestran una caída de la producción de leche y un crecimiento del consumo de elaborados lácteos.
El presidente de UGI, el ganadero de Valdepeñas José García de Mateos, señala que los contratos no solo no se ajustan a la situación real, casualmente presentan una misma bajada de precios y apenas dejan margen de maniobra a los ganaderos, ya que deben estar firmados a 31 de diciembre de este año, con la amenaza de no recoger la leche para quienes no firmen.
García de Mateos señala que las posibles medidas de presión que pueden tomar los ganaderos en esta situación son, la mayoría de las veces, incompatibles con su supervivencia.
Como apuntaba Begoña Fernández, integrante de UGI, "si tiras la leche no comes ni puedes pagar lo que debes". Es la ruina.
Para el primer trimestre de 2024 UGI pide a la industria láctea que, como mínimo, respeten los precios que se estaban pagando.