Hace décadas que están en desuso los antiguos pozos de abastecimiento de Valdepeñas, Santa María, Berzosa y Berzosilla. Ahora, ante la prolongada escasez de precipitaciones, se van a aforar para averiguar si podrían volver a llevar agua a la localidad.
En un plazo de entre veinte días y un mes ya habrá un diagnóstico de la situación. Se sabrá el nivel del agua, la capacidad de los pozos y si hay caudal suficiente para poder suministrar el líquido elemento, también se habrá analizado con el objetivo de averiguar si es apta para el consumo humano. Como ha explicado a Onda Cero el concejal de Medio Ambiente, José Antonio Sánchez Elola.
En la actualidad Valdepeñas tiene garantizado el abastecimiento, se mantiene en equilibrio la proporción de entrada y consumo de agua del embalse de Fresneda, pero el nivel del pantano de La Cabezuela sigue en continuo descenso. Si en los próximos meses no llueve en cantidad suficiente el verano podría complicarse, ante este escenario de incertidumbre se ha considerado prudente tomar esta medida previsoria, explica Sánchez Elola.
Si los datos reflejan que merece la pena recuperar los pozos, se proyectarían las actuaciones necesarias para su operatividad. Llevan cerrados 30 o 40 años y serían necesarias tareas de limpieza, reparación o sustitución de tuberías.
Desde el Ayuntamiento de Valdepeñas se está en contacto con la Confederación Hidrográfica y la empresa suministradora Aqualia para coordinar las actuaciones que se consideren oportunas.