Cuando en verano Renfe comenzó a retomar sus servicios tras el confinamiento, un grupo de leoneses que usaban el transporte ferroviario para acudir a sus trabajos en Palencia o Valladolid se quedaron apeados en el andén. La compañía decidió suspender la frecuencia de ALVIA de las 8 menos 10 de la mañana para dejar activo únicamente el AVE de las 8:10. Así, estos 30 leoneses vieron como su factura mensual de transporte se incrementaba hasta los 600 euros así que el coche se convirtió en su alternativa.
Noemí Fernández trabaja como administrativo en Palencia, reclamó respuestas a Renfe y decidió asociarse con sus compañeros de viaje, ahora forman parte de los cerca de 180 usuarios constituidos en asociaciones en León, Palencia, Valladolid, Ávila Salamanca y Zamora.
Entre las respuestas que han recibido los usuarios desde la administración central es que ahora no hay suficiente demanda para los trenes que llevaban años utilizando y de los que no se pueden adquirir billetes. El delegado del gobierno Javier Izquierdo hacía suyo este argumento el lunes en la Brújula de Castilla y León
Piden los usuarios que la Junta también intervenga, como ha hecho por ejemplo en Ávila y Segovia, donde, mediante un convenio con la Comunidad de Madrid los trenes que unen estas ciudades son considerados cercanías y su precio es notablemente más bajo.
