Luis Mijares, responsable de desmantelamiento de centrales de carbón de Naturgy, ha explicado que el proyecto de desmantelamiento de la Central Térmica fue presentado en junio de 2019 ante el Ministerio de Transición Ecológica y se optó por una demolición selectiva, con la que se genera menos impacto ambiental.
Luis Mijares ha señalado que el desmantelamiento se está ejecutando ya con un trabajo previo que alcanza al 50% de los trabajos previstos.
El proyecto contempla una inversión de 12,9 millones de euros para hacer desaparecer las actuales instalaciones y dejar los terrenos adecuados medioambientalmente. En la demolición de la térmica se generarán 156.443 toneladas de residuos, de las que 87.764 (un 56%, hormigón con el que se construyeron las instalaciones) se reutilizarán en el relleno de balsas de decantación, fosos y sótanos que existen en las instalaciones, a fin de conseguir una parcela nivelada, y otras 68.679 se expedirán para su valorización o eliminación por parte de gestores autorizados. El cierre de las centrales térmicas de carbón en España es un proceso desarrollado desde inicios de los años 2010 cuya finalidad es la clausura de todas las instalaciones termoeléctricas alimentadas con carbón en España. La Robla apagó su actividad en julio de 2020, después de 50 años de funcionamiento.
Construida en 1970, la central llegó a emplear a 300 trabajadores en la época de mayor rendimiento.