(ICAL) Los representantes de los trabajadores en los comités de empresa de las plantas de Siro en la Comunidad, Toro, Venta de Baños, Aguilar de Campoo y El Espinar expresaron hoy su disposición a sentarse de nuevo a negociar el plan de viabilidad de la compañía y poder salvar los 1.500 puestos de trabajo que están peligrando tras paralizar las producciones la empresa y dejar de pagar salarios.
Así lo expresaron después de reunirse con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en la sede de las Cortes, donde el jefe del Ejecutivo regional se comprometió a mediar para sentar a todas las partes a una mesa, incluidas todas las administraciones. Los comités expresaron que seguirán unidos con el reto de mantener la actividad en todos los centros productivos de la Comunidad, y reclamaron a la empresa que busque posturas de encuentro.
El presidente del Comité de Empresa de Siro en Aguilar de Campo, Alfredo Alonso, salió de la reunión con Mañueco “con una sensación positiva” y afirmó que se emplazaron a otro encuentro “mañana” para retomar una negociación “a varias banda si la empresa acepta” la petición del Gobierno regional, que se encargará de acercar a las partes.
El dirigente obrero incidió en que están dispuestos a “renegociar” el plan de viabilidad y “aportar soluciones que permitan la entrada del socio inversor, si aún existe esa posibilidad”. Además, dejó claro que los comités de empresa estarán “unidos” y “pelearán por el futuro de los trabajadores”. Dejó claro Alfredo Alonso que nunca se han negado a negociar las horas y los días que hiciesen falta, pero se mostraron en contra del contenido del plan presentado por la empresa, a la que pidió garantías de viabilidad de los centros.
El representante de los trabajadores indicó que defenderán la continuidad de todas las plantas del grupo en la Comunidad, incluida la de Venta de Baños, porque salvando la viabilidad dela empresa, con el apoyo de las administraciones, habrá margen para revertir la situación de esa planta.
Por último, apeló a que los encuentros se sigan celebrado en la Junta, e incluyan a todas las administraciones, el Gobierno y los ayuntamientos, porque “son un pilar fundamental de mediación y aporte de soluciones al conflicto”, dijo,.
La presidenta del Comité de Empresa de Siro en Venta de Baños, Mari Mar Rodríguez, advirtió de que su planta “no se puede cerrar” y exigió a la empresa que deje claro en las reuniones si quiere contar o no con esta infraestructura, porque “si no habrá que buscar soluciones para que se mantenga el empleo”.
Al respecto, recordó que tienen dos años por delante, si se atiende al plan de viabilidad presentado por la marca galletera, pero advirtió de que no quieren ningún traslado ni despidos, porque durante ese periodo hay tiempo suficiente para “saber lo que se puede hacer”. “Quiero una solución para la planta”, sentenció.
La presidenta del Comité de Empresa de Siro en Toro, María José de la Iglesia, constató que votaron no al plan de viabilidad para exhortar a buscar en el encuentro previsto para “mañana” posturas de encuentro. “Estamos en disposición de ello, pero la empresa debe poner algo para que ese no se convierta en un sí”. “Buscamos ya soluciones pero la empresa no quiso aceptar ninguna”, denunció, para reconocer que hoy es “optimista, aunque ahora la situación en muy negra”.
Por su parte, Óscar Escudero, delegado de CCOO en el centro especial de Siro en El Espinar, recordó que votaron no al plan de viabilidad, porque los trabajadores no creyeron en la empresa, y asumió que ahora se “agarran a un clavo ardiendo” con la mediación de la Junta, a la que agradeció su intervención. “Quedan días y el problema se debe solucionar porque están afectadas miles de familias”, dijo, que reciben “dos y tres sueldos” de Siro en sus pueblos. “Esperemos que la empresa se siente a negociar”, apeló, para reclamar que se vuelva a implicar el fondo de inversión, porque no saben “muy bien si sigue o no, como en toda la negociación”.
Por último, Samuel Téllez, el delegado de UGT en la planta segoviana, exigió la “máxima transparencia” a la empresa y desmintió “categóricamente” que los trabajadores tengan la “culpa” de la situación de la marca. “Estamos dispuestos a sentarnos y por favor que no nos culpen”, concluyó.