Los trabajos se organizan en torno a dos proyectos complementarios que tienen como finalidad la mejora y conservación de las condiciones idóneas para la vida de diferentes especies de aves de zonas esteparias, palustres y acuáticas, además de otros vertebrados e invertebrados asociados a sistemas acuáticos. El primero de los proyectos está dedicado a la mejora de las infraestructuras hidráulicas de los sistemas de conducción y maniobra en los que se vertebra esta zona húmeda y que, en consecuencia, mejorarán la inundabilidad de dicha laguna. La inversión en este apartado se eleva a 378.113 euros.
Un segundo proyecto tiene por objetivo llevar a cabo diversas actuaciones de conservación en el humedal, mediante el control de la vegetación y la puesta en marcha de diferentes tratamientos selvícolas. El importe de este asciende a 244.994 euros.
Ambos proyectos están financiados con fondos de la Unión Europea, a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia Next Generation-EU, y en particular dentro del Componente 4, ‘Conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad’, cuyo objetivo es alcanzar un buen estado de conservación de los ecosistemas, mediante su restauración ecológica, y revertir la pérdida de biodiversidad, garantizando un uso sostenible de los recursos naturales y la preservación y mejora de sus servicios ecosistémicos.
En pleno corazón de la Tierra de Campos, la llanura cerealista entre las llanuras, se localiza este complejo lagunar originado con el proyecto de recuperación del antiguo ‘Mar de Campos’ que ha conseguido mantener a lo largo de todo el año extensas superficies de pastizales de encharcamiento temporal que albergan una enorme biodiversidad. De octubre a marzo, a pesar del descenso que se ha producido en los últimos años debido probablemente al cambio climático, este sistema lagunar recibe miles de aves acuáticas, con concentraciones muy importantes de ánsar común (Anser anser) y otras especies de patos como silbones, frisos, cercetas, azulones y cucharas. Se han inventariado 302 especies de vertebrados, destacando las 269 aves, que suponen aproximadamente el 44 % de las especies de aves de España.
La Junta de Castilla y León es la responsable de la gestión del humedal. El manejo del agua es artificial, y se realiza imitando los ciclos naturales que existieron en la antigua laguna. El agua, de muy buena calidad, procedente del Canal de Castilla, se introduce a través de un complejo sistema de diques, canales y arroyos.
Tras una vida útil de treinta años, muchas de estas infraestructuras son antiguas y no son ya eficientes desde el punto de vista del ahorro de agua. Debido a la escasa pendiente del terreno, la velocidad de circulación del agua es muy baja, favoreciendo fenómenos de colmatación en los canales utilizados para la inundación de la laguna. Estos, al cabo de los años, han reducido su sección por acumulación de lodos, lo que impide su correcto funcionamiento. Por ello es necesario proceder a su limpieza y sustituir algunas infraestructuras por otras más modernas y eficientes.
Gracias a estas inversiones se va a instalar un nuevo sistema de aforo, que permitirá conocer el caudal derivado a la laguna y regularlo mediante control remoto. Veinte de las antiguas compuertas serán reparadas o sustituidas por otras más eficientes y se podrán limpiar alrededor de nueve kilómetros de canales. Se va a mejorar también la alimentación de la Laguna del Hoyo, instalando una nueva conducción enterrada.
Por otro lado, en esta laguna, la productividad de la vegetación es muy elevada, ya que en los años de postguerra se decidió desecar el humedal e incorporar sus terrenos a la labor agraria, con una producción anual de biomasa que sobrepasa las 20 toneladas/hectárea, e incluso las 50 toneladas/hectárea en algunos sectores. Esta elevada productividad supone uno de los retos más importantes en la gestión de la laguna, ya que la excesiva acumulación de materia orgánica ralentiza e impide la instalación de vegetación subacuática, pues imposibilita que las plántulas enraícen. Además, la vegetación acumulada tarda años en degradarse y, por tanto, aumenta la eutrofización de las aguas, por lo que se hace imprescindible su control.
Los proyectos incluyen también trabajos de control de la vegetación en una superficie de 96 hectáreas, utilizando dos métodos: siegas, con empacado y retirada de la vegetación o decapados (excavación mecanizada de los primeros centímetros del lecho lagunar, para levantar el sistema radical de las plantas y posterior retirada de la vegetación y la tierra extraídas).
Así, se realizarán entresacas selectivas, clareos y podas, que permitan adecuar las densidades de las masas arboladas a las necesidades de conservación del humedal.
La proliferación de vegetación forestal favoreció en su momento el asentamiento de una población de jabalíes en la laguna. Estos animales transitan por los diques, ocasionando molestias a las aves acuáticas, destruyendo áreas de nidificación y depredando los nidos, amén de los daños causados en los diques. Por ello también se van a adoptar medidas para el control de esta población y se realizarán los necesarios trabajos de reparación de diques y de fugas de agua.
Junto a estos trabajos también se acometerá el arreglo del firme del camino de acceso, y actuaciones de mejora paisajística, así como de la seguridad en el humedal, con la eliminación de obras de fabrica en desuso, enlucido de estructuras con imitación de adobe, y la sustitución de algunas tapas deterioradas en pozos y arquetas.