El pasado domingo, 21 de abril, gracias al aviso de un particular, se localizó por los agentes medioambientales de la comarca palentina de Cervera de Pisuerga un ejemplar de lobo ibérico, dándose traslado del aviso a la Guardia Civil y procediéndose a realizar conjuntamente el levantamiento del ejemplar.
Al día siguiente, por la mañana, se trasladó dicho ejemplar al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta de Castilla y León en Burgos, donde se procedió a la realización de la necropsia durante la jornada del lunes. De la exploración del ejemplar se ha podido comprobar que era un ejemplar macho, de unos tres años de edad, 36 kilogramos de peso y buena condición corporal.
Durante la exploración externa, se hacen evidentes numerosas lesiones sobre la piel, que se caracterizan por ser de pequeño tamaño y profundas, típico de las heridas punzantes. Estas lesiones están especialmente presentes sobre los cuartos traseros, pero también se observan lesiones sobre el cuello, el abdomen, las patas y el rostro.
Mediante técnicas radiográficas se descarta la presencia de restos metálicos y, con ello, el disparo como causa de la muerte.
Al retirar la piel, se observan numerosos hematomas subcutáneos, de gran tamaño, distribuidos por todo el cuerpo, pero especialmente marcados sobre el cuello, los cuartos traseros y el abdomen, cuyas características respaldan que el animal aún seguía vivo en el momento en el que se produjeron las lesiones.
Al examinar el tórax, se observa una costilla fracturada y gran cantidad de sangre acumulada en los pulmones. En la cavidad abdominal se aprecia también una pequeña lesión sobre el bazo, compatible con una fuerte contusión sobre el órgano.
Todas las lesiones descritas son compatibles con mordeduras de uno o varios cánidos, no pudiendo precisar si se trata de animales domésticos o silvestres.