Ayer conocíamos que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicó el proyecto de Orden Ministerial por la que se modifica el anexo del Real Decreto regulador del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) para incluir en el mismo a todas las poblaciones de lobo ibérico presentes en la geografía española. Según lo previsto en la norma, el lobo dejará de ser especie cinegética en fecha no posterior al 25 de septiembre de 2021.
Como se pueden imaginar esta decisión ha sentado muy mal a las organizaciones agrarias. El secretario provincial de UPA, Blas Donis, afirma que "se sienten engañados" ya que hace ocho días las OPAS se reunieron con el Ministerio de Transición Ecológica y se había comprometido a escuchar a las organizaciones agrarias, algo que no ha cumplido. Donis deja claro que "el ganadero quiere convivir con esta especie, pero siempre que su población esté controlada".
En términos similares se pronuncian desde ASAJA. Su presidente en Palencia, Honorato Meneses, califica la decisión del Gobierno de “verdadera barbaridad” al considerar que se protege más al lobo que al ganadero. Meneses tiene claro que la población del lobo de ser controlada y que hay riesgo de que los ganaderos que llevan a cabo su actividad en zonas loberas abandonen su actividad con el consiguiente riesgo para el desarrollo rural y el medio ambiente.
Habrá que esperar a conocer qué medidas de presión se ponen en marcha por parte de las organizaciones agrarias, pero el secretario provincial de COAG, David Tejerina, es rotundo al afirmar que “se abre una guerra sin cuartel”, que las OPAS saldrán a la calle y acudirán a Madrid ya que la se “acabaron las buenas formas por parte de los ganaderos y la guerra con el Ministerio continuará”.