Representantes del Partido Popular de Palencia y de las organizaciones profesionales ASAJA, UPA y COAG han mantenido un encuentro esta mañana para evaluar el impacto de la prohibición del control cinegético del lobo en todo el territorio nacional.
En el encuentro han participado la Presidenta Provincial de los populares, Ángeles Armisén, así como los Parlamentarios Nacionales y portavoces de agricultura en el Congreso y en el Senado, Milagros Marcos y el también Secretario General de los populares, Jorge Domingo Martínez.
Esta medida, que deberá ser aprobada mediante Orden del Ministerio de Transición Ecológica, fue recomendada la semana pasada por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Pretende incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y, de esta forma, acabar con la posibilidad de controlar cinegéticamente la especie.
Los participantes en la reunión se han mostrado sorprendidos por la manera de adoptar la prohibición. Por criterios exclusivamente ideológicos, el Ministerio de Transición Ecológica había anunciado hace meses su intención de acabar con el control cinegético del lobo, sin escuchar a los ganaderos ni a las Comunidades Autónomas con mayor población de esta especie.
Así, el pasado viernes se aprobó la recomendación de prohibir el control cinegético de estos ejemplares con el voto en contra de, entre otras, Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia, regiones que agrupan al 98% de la población de la especie. Destacan dos cuestiones: el voto a favor de la prohibición de Comunidades que no cuentan con lobos, y los problemas técnicos que impidieron la participación -y voto- de Ceuta. Con todo, el resultado fue muy ajustado: tan sólo un apoyo por encima de la mayoría necesaria, en una segunda votación, lo que evidencia la falta de consenso.
Es más, existen discrepancias en el propio Gobierno de España. El Ministro de Agricultura manifestó ayer que no está de acuerdo y considera que la especie tiene una protección suficiente. Esta afirmación refuerza el componente ideológico y arbitrario de la medida.
Da la espalda al medio rural, no contribuye a luchar contra la despoblación y pone en serio peligro a la ganadería extensiva de la provincia.
Los asistentes a la reunión han coincidido en que “hay que lograr un equilibrio entre dos tipos de conservación: la del lobo y la de la ganadería, puesto que esta última es la principal actividad económica en muchos pueblos, conserva nuestros ecosistemas y fija población en el mundo rural”.
El número de lobos ha crecido en todo el territorio en los últimos censos. Hasta ahora, la diferencia en su tratamiento quedaba marcada por la frontera natural del río Duero: al Sur ya estaba prohibido su control cinegético, mientras que al Norte su control está fuertemente regulado a través de planes de aprovechamiento cinegético.
Esta diferencia está respaldada por los datos: al Norte del Duero se encuentran el 85% de ejemplares, frente al 15% del Sur, por lo que en nuestra provincia existe una necesidad mayor de controlar la población de lobos.
En términos de ataques a explotaciones ganaderas, pese a que el Sur cuenta con pocos lobos, estos son los responsables de más del 80% de ataques producidos por la especie en todo el territorio. Hay que considerar que al Norte del Duero muchos ataques no se denuncian al no tener reconocido los ganaderos perjudicados indemnización por los daños.
De prosperar la prohibición, la ganadería palentina se enfrenta a una crisis y a un repunte de los ataques de lobo. En 2020 se registraron 56 ataques en nuestra provincia.
Además, en el conjunto de la Comunidad, estos ataques han crecido en más de un 30% desde el año 2015. Este incremento se debe a la situación al Sur del Duero, ya que en esa zona han crecido en más del 70% en el periodo. Una realidad que podría darse en Palencia de prosperar la prohibición absoluta de la caza.
PP y OPAS consideran que actuaciones como esta no tienen en cuenta al medio rural, ni al papel que desarrolla la ganadería a la hora de fijar población en nuestros pueblos.