Los procuradores socialistas por Palencia, Rubén Illera, Jesús Guerrero y Consolación Pablos, han pedido a la Junta de Castilla y León que implemente de inmediato las necesarias actuaciones preventivas para minimizar el impacto negativo que los topillos provocan en la agricultura de la provincia de Palencia y las consecuencias perjudiciales que la enfermedad de la tularemia provoca en la salud de las personas.
Desde el Grupo Parlamentario Socialista se han presentado en la sede de las Cortes tanto una Proposición no de Ley como varias preguntas por escrito solicitando también que se arbitre un paquete de medidas económicas dirigidas a compensar a los agricultores de los daños que puedan provocar los topillos campesinos en los cultivos, así como colaborar en la financiación de las investigaciones que se encuentren dirigidas al conocimiento de los topillos campesinos que impidan las superpoblaciones de estos roedores.
El PSOE recuerda que en el año 2019 la superpoblación existente de topillos campesinos en Tierra de Campos provocó pérdidas millonarias a los agricultores. No sólo esta plaga es una cuestión con consecuencias de rentabilidad económica y deterioro de los cultivos, sino que se convierte en un problema sanitario por la participación del topillo en la transmisión de la enfermedad infecciosa de la tularemia.
El topillo ha sido el principal transmisor de la tularemia en la provincia de Palencia en momentos que la población de esta especie se ha incrementado sin control alguno. La tularemia subsiste en los topillos y en momentos de gran cantidad de población la incidencia de la enfermedad también aumenta. Los últimos datos conocidos al respecto indican que en 2019 se produjeron en Palencia 161 casos de personas infectadas con tularemia, 180 en Castilla y León y 184 en toda España. El impacto económico en la misma anualidad arrojó unas pérdidas de 18 millones de euros.
Los expertos en la materia ya anunciaban en septiembre del año 2023 que era muy posible que en la primavera de 2024 las colonias del topillo campesino se multiplicarían si no se trabajaba desde ese momento en remediarlo. En la actualidad son los propios agricultores quienes se encuentran alarmados por el descontrol existente del número de estos roedores y de las nulas acciones realizadas por el Gobierno de Castilla y León. Las consecuencias de la inacción actual de la Junta para controlar la población de los roedores reducirán en gran medida el rendimiento de los cultivos, la producción final y, en última instancia, afectará negativamente la rentabilidad económica de los agricultores.
Representantes palentinos de las OPAS lamentan “que a estas alturas la Junta de Castilla y León siga sin tomarse en serio este problema y traten a los agricultores como si desconocieran el campo”. Del mismo modo, los representantes de los agricultores sentencian que muchas de las medidas que propone la propia Consejería de Agricultura y Ganadería se contradicen con la propia PAC. Pero, sobre todo, manifiestan la gran contradicción económica porque las recomendaciones de la Junta no se adaptan a la realidad de un sector que ha de poseer una mínima rentabilidad de las explotaciones.
Ante la pasividad que caracteriza de forma permanente al consejero de Agricultura y Ganadería, los parlamentarios autonómicos han preguntado también por las diferentes medidas realizadas por la Consejería desde el mes de septiembre de 2023 en la prevención contra de la proliferación del topillo campesino, así como por las ayudas económicas que puedan paliar sus efectos negativos y los avances experimentados en materia de investigación para evitar la superpoblación de estos roedores.