(ICAL) El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, apeló hoy a la racionalidad y defendió de nuevo que los soterramientos de vías férreassolo se ejecutará en “los casos necesarios”, por lo que planteó un modelo de reparto de obligaciones financieras en función de las competencias de cada administración en los proyectos de integración.
En su comparecencia en la sesión extraordinaria para informar de las líneas generales de la política de su departamento, Puente se refirió así a la reivindicación del soterramiento en algunas ciudades, como la que realiza el Partido Popular y Vox que gobiernan en el Ayuntamiento de Valladolid, quienes rechazan el proyecto de integración ya en marcha en la ciudad.
También, alertó de que “es imposible abordar”todos los protocolos de integración del ferrocarril en las ciudades suscritos hasta ahora, que según señaló alcanzan los 28.000 millones de euros y supondría destinar en diez o doce años toda la inversión en ferrocarril a esos proyectos, lo que sería “imposible”.
Puente apeló al acuerdo y a avanzar en soluciones realistas, a la vez que remarcó la necesidad de evitar arbitrariedades cuando se denuncia por qué se hace el soterramiento en una ciudad y no en otra. Así, defendió medidas amables, eliminando las barreras urbanas y reduciendo significativamente y a corto plazo los efectos visuales y acústicos para los vecinos que habitan cerca de las vías.
“En muchos casos existen soluciones más amables y eficaces para integrar el ferrocarril en las ciudades, que permiten eliminar las barreras urbanas y reducir los efectos visuales y acústicos en un corto plazo de tiempo”, sostuvo durante su intervención. En este punto, explicó que se promoverá un reparto más equilibrado del presupuesto de las integraciones, atendiendo a las competencias de las administraciones públicas implicadas.
Precisamente, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha solicitado la reunión de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para reajustar y retrasar la aportación anual del consistorio al proyecto de integración, además de solicitar la revisión del convenio y poder avanzar en otro nuevo para el soterramiento.
Respecto del ferrocarril, Puente apostó por impulsar las líneas de cercanías, donde se refirió a las inversiones en Madrid y los pasos que se dan en la de Asturias y próximamente en Galicia, lo que compartieron la mayoría de los portavoces, en cuyo turno ninguno de ellos se refirió al soterramiento de las vías.
Así, explicó que los nuevos 101 trenes para modernizar la flota de cercanías, a la que no se ha incorporado ninguno desde 2008, por una inversión de 1.000 millones, se destinarán no solo a las Rodalíes catalanas, sino a las de País Vasco, Asturias, Madrid o sur de España. “No habrá agravios, los trenes nuevos llegarán a toda España”, aseveró.
Para rebajar expectativas que no se puedan cumplir y denunciar “agravios” desde los territorios, abogó por realizar estudios serios de coste-beneficio a la hora de comprometer plazos y realizar una programación “más sensata”, lo que extendió a nuevas actuaciones en carreteras.