La Asociación de Naturalistas Palentinos presenta una denuncia contra la Confederación Hidrográfica del Duero por la realización de quemas masivas e incontroladas en el Canal de Castilla. El motivo de esta denuncia se debe a los hechos acontecidos el pasado día 11 de marzo, cuando miembros de la asociación sorprendieron in fraganti a dos operarios de la Confederación Hidrográfica del Duero provistos con una bombona de butano y provocando incendios a lo largo de toda la margen del Canal de Castilla con el objeto de eliminar la vegetación palustre y de ribera que se encuentra en las márgenes de este curso fluvial.
Afirman que “esta actuación no es un hecho puntual, se viene reproduciendo desde hace varios años, como así lo pueden constatar las denuncias verbales presentadas por la asociación ante el SEPRONA de la Guardia Civil y los numerosos reportajes gráficos que han podido obtener de diferentes tramos del curso fluvial totalmente destruidos después del paso del fuego”. Además, sospechan que este tipo de actuaciones ilegales no se limitan solamente al Canal de Castilla y que se están reproduciendo también en otros cursos fluviales de la provincia como el Valdeginate, Retortillo o Cueza, así como en otras provincias de la región.
El colectivo constata como estas quemas se producen “principalmente durante el mes de marzo, coincidiendo con el aumento de temperaturas y la ausencia de lluvia, lo que deja clara la intención de que las quemas tenga carácter masivo y permitan calcinar anualmente decenas de kilómetros y de hectáreas compuestas por carrizales, formaciones arbustivas y, en no pocas ocasiones, los propios bosques de ribera, afirmaciones que se pueden comprobar viendo las fotografías y vídeos tomados por nuestra asociación o, simplemente, paseando por estas zonas y donde los efectos de las quemas son claramente visibles”.
Aseguran que el impacto ambiental de esta actividad resulta “de extrema gravedad, ya que supone la destrucción directa del hábitat de numerosas especies incluidas en Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. No pocas especies, como por ejemplo patos, mirlos y otras aves insectívoras se encuentran ya construyendo sus nidos, incluso algunas cuentan ya con las puestas realizadas, las cuales son destruidas”. Peor suerte corren otras especies como anfibios, reptiles y pequeños mamíferos, enterrados bajo el suelo y que perecen bajo el paso de las llamas. Lo mismo sucede con las especies invertebradas, donde el fuego supone la muerte inexorable de decenas de miles de ejemplares de moluscos y artrópodos como caracoles, mariposas, libélulas, arañas, miriápodos, etcétera, tanto en su fase adulta como en la de huevos, larvas o crisálidas. Entre estas especies se encuentran algunas especialmente amenazadas y presentes en los sotos del Canal de Castilla como la libélula Coenagrion mercuriale, incluida en el Anexo II de la Directiva Hábitat.
Consideran que estas quemas suponen un claro incumplimiento de numerosa normativa nacional y comunitaria, especialmente la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y la Directiva 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.
Además, el Canal de Castilla está declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico (Decreto 154/1991) y sus bosques de ribera y zonas húmedas forman parte de la Red Natura 2000, precisamente declarada como tal por el elevado valor ambiental que representan sus formaciones palustres y bosques de ribera. Por ello, “resulta de todo punto contradictorio e incomprensible que la administración responsable de custodiar este recurso natural destine recursos humanos y económicos a destruir lo que la normativa y el sentido común señalan como un tesoro natural que deberíamos esforzarnos en conservar y preservar”.
(Vídeo: Asociación de Naturalistas Palentinos)