Aunque ya tiene prohibido trepar a lo 'Spiderman' hasta la cúpula, como hacía anteriormente, Ángel Rufino de Haro ('El Mariquelo') cumple cada 31 de octubre con la tradición que indica que ha de subir a la Torre Mocha de las catedrales de Salamanca para dar gracias a Dios porque los salmantinos sobrevivieron al terremoto ocurrido en Lisboa (Portugal) en tal fecha de 1755.
Al igual que en otras vísperas del Día de Todos los Santos la plaza de Anaya y la Rúa Mayor se llena de curiosos y turistas.
Minutos antes de las 12 del mediodía, 'El Mariquelo' aparece en el campanario y toma la palabra, pidiendo por los enfermos y los que sufren los estragos de los conflictos bélicos.
También suelta una paloma como símbolo de la búsqueda de la paz e interpreta la 'Charrada de la Catedral' acompañado de una gaita y un tamboril.
Concluido el acto en la torre al grito de "¡Viva Salamanca! ¡Viva Castilla y León! ¡Viva España! ¡Disfruten de la vida! ¡Con poderío!", la fiesta se traslada al suelo con bailes charros.