Alba de Tormes vivía este viernes un acontecimiento histórico con la muestra de la recreación del rostro de Santa Teresa, cuyos restos mortales descansan en esta localidad y están siendo estudiados desde agosto de 2024.

Reconstruida en Australia por la profesora universitaria Jennifer Mann, la cara de la religiosa muestra las facciones de una mujer "regordeta" de 50 años (fallece a los 67) con cejas gruesas y arqueadas, nariz puntiaguda, boca cerrada y tres lunares.

Curiosos por conocer la imagen de la patrona del municipio albense, vecinos y visitantes se acercaban a las 9 de la mañana a la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, ya que el acto se realizaba delante del sepulcro (simultáneamente se retransmitía en Australia e Italia) y era contado en directo en 'Más de uno', programa de Onda Cero presentado por Carlos Alsina que conectaba en directo con el templo para narrar a sus oyentes la primera descripción de cómo era la santa.

Mientras que la alcaldesa de Alba de Tormes, Concepción Miguélez, hablaba de un día que marcaría un antes y un después para la localidad, el prior de los Carmelitas Descalzos en este lugar, Miguel Ángel González, mostraba sus impresiones en 'Más de uno Salamanca'.

Los asistentes, por su parte, exponían su parecer en 'Noticias Mediodía Salamanca' y 'Castilla y León en la Onda'.

Ahora, la nueva cara de Santa Teresa va a servir para ilustrar estampas y un medallón que se van a vender del 11 al 25 de mayo, cuando se venere públicamente su cuerpo.

Con estos objetos se inicia el cambio de imagen en diversos materiales y soportes que pueden potenciar la economía de la localidad albense, cuyos negocios están pendientes de la masiva afluencia de peregrinos que tendrán en las fechas en las que se pueda contemplar a la religiosa.

Queda saber de qué manera se va a ir incorporando el nuevo rostro de Santa Teresa a las casas, calles, negocios y tradiciones de un pueblo que espera una alta vida gracias a ella y que, cuando surgen noticias sobre su personaje histórico más célebre, vive sin vivir en sí.