Las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales de Castilla y León siguen muy tensionadas y al límite de su capacidad, con 269 pacientes ingresados.
En La Brújula de Castilla y León el coordinador de las UCIs en la Comunidad, Jesús Blanco Varela ha hecho un llamamiento a no bajar la guardia porque las “UCI todavía están sometidas a una presión extraordinaria”.
La fecha para recobrar la normalidad es difícil de predecir, ha señalado el doctor Blanco Varela quién estima que no será hasta dentro de un mes y medio cuando estas unidades vuelvan a una “situación aceptable”.
Ahora mismo ha asegurado que “se están utilizando camas adicionales de otras áreas y solo hay dos hospitales por debajo del 100%, el de Ávila y el de Zamora y Salamanca está muy próxima a ese 100%”
El cansancio entre los intensivistas es máximo, después de tres olas trabajando sin descanso. Recuerda el coordinador de las UCI en Castilla y León que en la primera ola los problemas eran organizativos y de falta de EPIS. Sin embargo en esta ola el sistema “está muy engrasado y ya no hay problemas de tipo estructural sino que el problema es de capacidad”, aseguró.