Objetivo cumplido. Tras 3.000 kilómetros que separan la guerra de Valladolid, ya están en la frontera con Ucrania Carlos Polanco y Jesús Abril. Iniciaron el domingo la aventura. Partieron desde la capital vallisoletana con dos furgonetas a las que se ha sumado otro convoy de diferentes puntos del país, desde Sevilla hasta Madrid. "Aunque el cansancio es grande, estas situaciones te hacen darte cuenta de que merece la pena". asegura Polanco.
Se trata más bien una carrera a contrarreloj para llevar cuanto antes la esperanza en forma de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad a los ucranianos.
Van sobre la marcha. Sin una hoja de ruta. La incertidumbre es tal que todos sus planes cambian cada dos minutos. "Está siendo muy duro para ellos. Anoche había una madre con cuatro hijos y una con dos hijos que dejaban a sus maridos luchando en Ucrania y se volvían con nosotros. Anoche a las 8, se reúnen y deciden no dejar a los maridos solos y se quedarán esperándoles".
Lo único claro es que pondrán rumbo a Valladolid con aquellos ucranianos que deseen salir de la guerra. "Esperamos ir a un campo de refugiados y ver aquellos que quieren venirse a España".