La proliferación de roedores en el Barrio de Parquesol, que da continuidad a otro episodio vivido en la Plaza del Ejército, ha llevado al Ayuntamiento a recordar la necesidad de controlar la alimentación de animales silvestres en la ciudad.
Según el Servicio de Salud Pública y Control de Plagas, las plagas de ratas son la consecuencia directa del depósito de alimentos y su tratamiento es cada vez más complicado.
La especie que prolifera en la ciudad es la rata de árbol, que forma parte de la fauna local desde los años 90 del pasado siglo y que recibe un control permanente por parte de las autoridades.