El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible considera que el informe técnico presentado por el Ayuntamiento de Valladolid el pasado lunes, 1 de octubre, sobre el soterramiento adolece de una “absoluta falta de rigor técnico", tiene un claro sesgo político, patente en algunos de sus razonamientos y conclusiones, y supone una absoluta falta de respeto en el fondo y en la forma hacia los técnicos de ADIF por parte de una consultoría “sin experiencia alguna” en el sector ferroviario.
El informe, según un comunicado del Ministerio de Transportes dirigido por el exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, incurre en “errores de bulto u omisiones deliberadas” en los apartados principales del documento relativos a los plazos, presupuesto, técnica de la solución adoptada, afecciones a la operativa ferroviaria o a la permeabilidad de la ciudad durante la realización de las obras.
En cuento a los plazos, se indica que son “claramente insuficientes y están completamente alejados de la realidad”. Así, argumenta que omite por completo los plazos necesarios para la tramitación de estudio informativo y declaración de impacto ambiental, con carácter previo a la redacción del proyecto constructivo, tiempos que en ningún caso serían inferiores a los 4-5 años. Así, se indica que el estudio informativo del Proyecto de Acondicionamiento de la Red Arterial Ferroviaria de Valladolid y su Integración Urbana Soterramiento de 2006, se prolongó por espacio de 73 meses.
Al mismo tiempo, se critica que el informe del Ayuntamiento “subestima” los plazos de ejecución de obras y se asegura que en obra de esta complejidad no bajaría en ningún caso de los 10 años, calificando de ensoñación” el plazo de seis años que se señala. “La ejecución de un soterramiento como el propuesto en el informe en ningún caso sería inferior a los 17 años, en el mejor de los casos”, se apunta desde el Ministerio de Transportes.
Al mismo tiempo, se recalca que la solución de muros pantalla planteada tendría un coste económico similar al de la solución de tuneladora.