Llega Deco y se va Mateu Alemany de la dirección deportiva del fútbol club Barcelona.
Cambio importante y sorprendente a últimas horas del mercado veraniego que sin embargo tendrá una transición que esperemos sea dulce hasta el próximo día 2 de septiembre. No deja de ser llamativo que casi todos los altos cargos e importantes del club, empezando por el CEO hayan abandonado la entidad desde la llegada de Joan Laporta hasta estos días.
No debe ser fácil cohabitar con el actual presidente de la entidad, muy presidencialista y muy intervencionista en casi todos los temas. Mateo Alemany abandona el Barcelona con un balance en líneas generales más que satisfactorio. le tocó una época complicadísima, con una transición importante del Barcelona, de los campeones y de Leo Messi, y con la salida de todos los capitanes que habían llevado el peso del equipo en los últimos tiempos. Heredó un vestuario con una masa salarial prohibitivo para cualquier equipo del mundo y más para un Barcelona en crisis económica.
Lidió y bailó con los números del FairPlay para intentar tener la mejor plantilla y más competitiva en función de la capacidad económica del Barcelona. Y con eso se saldaron y salvaron prácticamente las dos últimas temporadas, entrando en Europa en la primera y ganando la liga en la segunda con bastante solvencia. En su debe, quizás haya que ponerle la permanente dificultad que tiene el Barcelona para vender jugadores de calidad, contrastada a un buen precio de mercado, Pero no debe ser fácil porque es un mal endémico de muchísimo tiempo. Lo dicho, en líneas generales, más que satisfactoria la gestión del hasta ahora, director deportivo, Mateu Alemany .
Y en estas llega Deco, recomendado por Alejandro Echevarria, íntimo, amigo del portugués, y ex cuñado del presidente, cuyo papel en la sombra crece día día en proporción al poder que va atesorando desde fuera en el Barcelona. La duda en torno a la gestión de Deco, hombre de fútbol y que a buen seguro tendrá buen gusto para la renovación de la plantilla, estriba en saber si será también buen gestor, algo que en el club realizaba Alemany.
Deco para que nos entendamos es el Jordi Cruyff de esta nueva etapa, pero en el club había otras funciones que ejercía y ejecutaba con habitual maestría el mallorquín.
Lo cierto es que el Barcelona sigue siendo un club en el alambre, con multitud de vaivenes de sube y bajas y de cambios constantes en puestos significativos que impiden una tranquilidad y una estabilidad muy necesaria desde hace mucho tiempo.
En todo caso bienvenido Deco y mucha suerte
