Es evidente que los grandes equipos que dominan siempre los partidos, que crean numerosísimas oportunidades de cara a la portería contraria necesitan grandes definidores para aprovechar esas muchas oportunidades. En los últimos tiempos tras la marcha de Leo Messi que no era precisamente un rematador sino un jugador que se fabricaba incluso la jugada, o él uruguayo Luis Suárez ,el Barcelona adolecía de un depredador del área que plasmaran el resultado y en el marcador la superioridad del juego durante los 90 minutos.
De ahí la importancia de la llegada de Lewandowski al Barcelona, no solo le aporta mucho GOL sino que además estamos hablando de uno de los mejores jugadores que había en esa demarcación en el fútbol europeo.
Lewandowski es la actual bota de oro y ha demostrado durante muchísimas temporadas que se le caen los goles durante los partidos y que va a solventarle esa carencia que tenía el Barcelona en los últimos años.
Lewandowski es toda una garantía. Da la sensación de que el Barcelona ha firmado al jugador perfecto que necesitaba dentro de todos los que había y que a las primeras de cambio además ha demostrado una enorme adaptación al sistema de juego del Barcelona.
No en vano hemos visto su magnífica conexión con Dembele y con Raphinha, o con Pedri y Gavi cuando vienen desde atrás. Lewandowski entiende el juego y participa mucho más allá de los goles, de ahí que su arranque de temporada haya sido bastante notable. Es el antídoto a la enorme eficacia de Karim Benzema con el Real Madrid.
Los muchos goles el delantero francés en las dos últimas temporadas marcaron la diferencia considerablemente entre ambos equipos en muchos de los partidos de ahí que ahora las cosas tienden a igualarse considerablemente e incluso con los otros fichajes que ha hecho el conjunto Catalan me atrevería a decir que tiene una plantilla tanto o más competitiva que la blanca.
Seguro que el Madrid está muy contento y satisfecho con su delantero centro francés pero también que el barcelonismo está enormemente orgulloso y satisfecho de haber encontrado un hombre gol como el delantero polaco.
La lucha está servida.