Tras la reunión de hoy del Govern, Munté ha evitado "avanzar" hipótesis sobre lo que podría conllevar un veto de la CUP a los presupuestos, pero ha admitido que se entraría en "un escenario que no está previsto, incierto, que obligaría a un replanteamiento" y que forzaría al ejecutivo a mantener la prórroga presupuestaria.
Hoy por hoy, y mientras la CUP no decida esta misma noche su posicionamiento definitivo en el debate presupuestario que tendrá lugar mañana en el Parlament, Munté considera que "sigue vigente el acuerdo de gobernabilidad" que hizo posible la investidura de Carles Puigdemont el pasado 10 de enero.
Ese acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP, ha recordado, se refiere a la "estabilidad" del Govern, que pasa "en primer lugar" por garantizar una mayoría parlamentaria que apruebe los presupuestos, que es "la ley más importante que puede aprobar un Parlamento" cada año.
Si los presupuestos no superasen el debate de esta semana en el Parlament, según Munté, "sería una prueba de que este acuerdo se ha incumplido".
El acuerdo de estabilidad, ha remarcado, aunque "no es un cheque en blanco", sí "nos vincula a todos -ha dicho-, genera obligaciones por ambas partes" y habla "explícitamente de estabilidad parlamentaria".
Si la CUP acaba bloqueando la admisión a trámite de los Presupuestos, Munté no cree que deba suponer necesariamente la convocatoria de elecciones anticipadas: "Queremos elecciones cuando toquen", ha apuntado la consellera.
Munté ha recordado que el proyecto presentado por el Govern prevé un "incremento de más de 800 millones de euros" en gasto social, mientras que el conseller de Salud, Antoni Comín, ha advertido de que "los principales perjudicados" la no aprobación de las cuentas serían "las familias más vulnerables".