Aunque inicialmente debía tener rango legislativo, JxS y la CUP aceptaron rebajar la comisión a solo de estudio para contar con el apoyo de SíQueEsPot, eliminando además el término "Transición Nacional" del nombre de la misma.
La comisión, según el texto aprobado por el pleno de la Cámara con 80 votos a favor y 51 en contra, abordará así el "carácter y principios marco de un proceso constituyente en Cataluña", además de la "identificación de las reformas de cambio social, político y nacional que han de configurar dicho proceso".
También se analizarán las diversas modalidades de estructura de estado y su expresión constitucional, como los derechos y deberes, principios y garantías constitucionales, formas de participación ciudadana, modelo socioeconómico y ambiental, y formas de Estado.
Del mismo modo, se examinarán experiencias comparadas" de procesos constituyentes y "mecanismos de implicación, protagonismo y participación ciudadana en el proceso constituyente".
Durante el pleno del Parlament, Marta Rovira (JxS) ha asegurado que no se trata de una "marcha atrás" en el proceso, sino de "abrir las puertas para que seamos muchos más los que circulemos por el camino de empoderar a la ciudadanía para decidir en qué país queremos vivir. Que nadie sufra, tenemos un mandato y queremos ir hasta el final".
Desde la CUP, Eulàlia Reguant ha asegurado que su formación considera que la comisión debía ser legislativa, pero comprendió la "necesidad de ser inclusivos y abordarlo con esas personas que creen que es posible el cambio en el Estado".
Joan Coscubiela (SíQueEsPot) ha admitido que su grupo ha "arriesgado políticamente a que se hagan lecturas sesgadas" de una comisión que "no es para la independencia ni el Estado federal", sino que tiene "vocación de espacio de diálogo y encuentro".
"Está planteada desde la voluntad de diálogo y de buscar acuerdos, y sería incomprensible que alguien la matara antes de que los hechos demuestren lo contrario", ha afirmado el portavoz, que ha hecho un llamamiento a los "compañeros" del PSC a que participen en la comisión y den una "oportunidad al diálogo" por el que "abogan".
Pero el PSC, que ya ha anunciado que no participará en la comisión, ha dejado claro que "no comparte" que haya un mandato independentista del 27S ni que "la solución sea una constitución catalana", ha aseverado la socialista Eva Granados al argumentar su voto en contra.
Una comisión a la que Ciutadans sí se plantea asistir de forma puntual, pese a oponerse frontalmente a ella, ya que un proceso así, según ha dicho Carlos Carrizosa, "carece de toda legitimidad", sobrepasa las competencias estatutarias, es una "pérdida de tiempo" y "un fraude para el 52 % de población".
En cambio, Enric Millo (PPC) ha recalcado que su grupo asistirá a la "comisión de la ruptura", ya que aunque es "innecesaria", un "fraude antidemocrático" y un "instrumento para crear confrontación", los populares quieren que en ella se "escuche la voz del 52 % de los catalanes".
Por ello, ha afirmado que el PPC "defenderá la convivencia y hará oposición activa sin dejar pasar ni un milímetro de espacio libre", y ha criticado a aquellos que se "han dejado enredar", en alusión a SíQueEsPot, como a los que se han "resignado, miran para otro lado y plantean una oposición pasiva", en referencia a PSC y Ciutadans.