Los 22 municipios del Alt Empordà que dependen del acuífero del Fluvià Muga dejan atrás el estado de emergencia y volverán al de excepcionalidad. Un anuncio que ha hecho el Gobierno después de las lluvias continuadas de las últimas 3 semanas en toda Cataluña.
La tan esperada lluvia
Las precipitaciones han ayudado un poco a llenar los embalses. Concretamente, el sistema Ter-Llobregat, que abastece agua a más de 5 millones de personas, ya ha superado de media el 30% de su capacidad. Los pantanos siguen recibiendo agua de las cabeceras y ya sumamos más de 5 hectómetros respecto hace tres días.
La Baells ya supera el 40% y el de Sau ha subido hasta el 26%. El Fluvià Muga, por su parte, se sitúa por encima de los 16 metros sobre el nivel del mar, cuando antes de las lluvias estaba a los 13,7 metros.
El Govern en funciones ha decidido retroceder dos estadios de sequía. Esto supone aumentar la dotación de agua de 200 a 230 litros por habitante y día.
Siguen algunas restricciones
Entre las medidas de ahorro está la reducción de la dotación agrícola en un 40%, en ganadería un 30%, y en usos industriales se reduce la dotación a un 15%. Todo y esta mejora, el Govern ha reiterado que la sequía sigue vigente. En este sentido, ha decidido no hacer cambios al resto de zonas por precaución, sobre todo ahora que estamos a las puertas del verano.
Sí que se prevé convocar próximamente una comisión de desembalse extraordinaria en el sistema Ter-Llobregat para incrementar las dotaciones para riego.