SOLIDARIDAD

8 de mayo: Día Mundial de la Cruz Roja. En qué punto estamos?

En el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja hemos hablado con el presidente de Creu Roja Catalunya, Josep Quitet, sobre la labor de la que es una de las organizaciones solidarias más reconocidas y longevas de la historia y sobre los retos de futuro que tiene por delante.

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Gerard Sanz

Catalunya |

Hoy, 8 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Una jornada que se celebra un 8 de mayo para conmemorar el nacimiento del fundador de la entidad, Henry Dunant, y donde se homenajea a los voluntarios y voluntarias que han colaborado con la entidad.

Una realidad muy dura

La labor de Cruz Roja no cesa, y tampoco se espera que lo haga en los próximos años, más bien lo contrario, especialmente después de la pandemia. En declaraciones a 'La Ciutat', el presidente de Creu Roja Catalunya, Josep Quitet, reconoce que "siempre valoramos cómo estamos a partir de como estábamos. En este sentido cogemos como referencia la pandemia, el 2020, y vemos que no nos hemos recuperado, seguimos en una línea cada vez más compleja, una situación que deja muchas personas vulnerables y en una situación crónica, todo lo negativo se ha incrementado aún más desde entonces. La situación que vivimos deja la sensación de que hacemos más falta que nunca".

En este sentido, aunque siempre es una buena noticia que una organización tenga actividad, cuando se trata de una ONG "cuantas menos personas tengamos que atender mejor iríamos como sociedad. No es como una empresa, que cuanto mas vendes mejor. Ahora son 502.000 personas atendidas, 102.000 a nivel internacional en temas de programas de cooperación de emergencia, y 400.000 atendidas aquí en Catalunya. Los números son muy fríos, pero detrás siempre hay personas, y lo más grave es que hay un 40% de 160.000 que siguen en vulnerabilidad extrema respecto al 2019. Querríamos contar que hemos bajado un 20% pero no es el caso".

La pandemia, un punto de inflexión

Como venía diciendo Quitet, la pandemia del coronavirus causó un gran impacto negativo en la sociedad, afectando tanto a nivel sanitario como también social: "Después de la pandemia el mundo cambió mucho a peor. Cuando estábamos confinados hubo una pequeña brecha en la que se pudo dejar salir a las personas de sus domicilios, pero en seguida las entidades sociales alertamos de los peligros del impacto social que pudiera tener. Se ha generado un 33% más de personas en extrema vulnerabilidad, y si uno piensa en las causas el precio de la vivienda, el aumento del precio de los productos y todas estas cosas parece evidente que son las que condicionan aún más".

Una pandemia que ha hecho que "nos encontremos con personas que acuden por ejemplo a buscar comida o ayuda y que no eran habituales. Hay momentos puntuales donde las personas necesitan ayuda y quizás remontan y ya no vuelven. Es lo que hablamos de los trabajadores pobres, que tienen su trabajo y su salario pero no pueden mantener su vida, estos también necesitan ayuda".

Los datos hacen evidente que Cruz Roja ha aumentado sensiblemente las atenciones sanitarias, que las personas necesitan más asistencia o tienen más problemas de salud, pero Quitet ve claro que los dos ámbitos se retroalimentan: "Peor salud no tenemos, y menos teniendo en cuenta que tenemos mas medios para mirar por la salud. Quizás la salud ha empeorado porque el factor social también lo ha hecho. También hay personas que necesitan un asesoramiento en cuanto a prestaciones, solicitudes de asistencia sanitaria... nosotros tratamos personas que necesitan ayudas como esta".

Una sociedad solidaria

Aunque estemos atravesando una situación tan mala como sociedad, Quitet se alegra de que "las personas son muy solidarias, y tenemos suerte, si no no podríamos desempeñar la tarea que desempeñamos. Si no tuviéramos esa masa social que no para de aportar, también, por ejemplo, comprando lotería, no podríamos hacer lo que hacemos. Es verdad que las donaciones han bajado, pero no porque haya menos solidaridad sino porque hay que tener en cuenta la situación de escasedad que pasan muchas personas".

Aunque siempre es de agradecer la solidaridad popular, Quitet echa en falta "más políticas sociales por parte de las administraciones, pero que sean de más fácil acceso, que puedan ser atendidas. Pero por otro lado también entendemos que esto tiene que parar, no puede ser que las personas estén en emergencia constantemente".

Retos de futuro

Preguntado por cómo ve el futuro, Josep Quitet deja claro que, esté como esté el panorama, "somos optimistas por naturaleza, si no no llevaríamos 160 años lidiando con esta situaciones. Desde que se fundó Cruz Roja tenemos claro que el mandato humanitario es encontrar respuestas para ayudar a personas que se encuentran en situación de crisis, y lo hacemos también en guerras y desastres naturales. Lo que si vemos es los retos en los que hay que trabajar, y el reto es seguir dando respuestas a las personas vulnerables, y tenemos que estar preparados también para dar respuesta a lo que pueda provocar desastres como el cambio climático o conflictos bélicos".

Precisamente sobre los conflictos bélicos, Quitet reconoce que en Cruz Roja "estamos en una posición neutral como organización humanitaria, ejercemos diplomacia humanitaria y tenemos que estar ahí e intentar convencer a los estados inmersos en guerras, teniendo en cuenta que no les puedes convencer de que no lo hagan, pero al menos intentar incidir".