LA SIGNATURA

Así no se puede

Derrota sin paliativos del Barcelona en la gran final de la supercopa de España y sin justificación.

Alfredo Martínez

Catalunya | 15.01.2024 08:15

Derrota merecida ante el Real Madrid y sensación de que el golpe que ha recibido el equipo puede pesar mucho de aquí a final de temporada. Hacía mucho tiempo que no veíamos a un Barcelona tan a merced de su rival, fue inferior durante muchos minutos del partido e impotente durante otras fases. Ni siquiera los graves errores defensivos que tanto penalizaron al Barcelona justifican un resultado tan abultado porque el equipo no tuvo capacidad de reacción y apenas dominó la situación algunos minutos del partido, hasta que llegó el tanto de Lewandowski que maquillaba provisionalmente el marcador. Sin apenas darse cuenta el Barcelona encajó dos goles inmediatamente por sendos errores defensivos, que dejaron retratada una vez más a la línea más segura y sólida de la temporada pasada, la defensa en la que se cimentó el éxito del título de liga la campaña pasada. Ya está siendo muy recurrente que den muchas facilidades a los rivales, pero si encima el rival se llama Real Madrid y tiene delanteros del poderío de Vinícius o Rodrigo estos no te van a perdonar como ocurrió en el choque de ayer y aprovechan la más mínima oportunidad. Incluso en la segunda parte, el Barcelona tras irse al descanso, con la eliminatoria aún abierta, tampoco dió sensación de poder meterse en el partido y apenas inquietó la portería del portero ucraniano Lunin. Los cambios no mejoraron la imagen y ni Yamal, ni João Felix, ni Fermin pudieron aportar mucho y mejorar el discreto tono del resto de sus compañeros. De Jong fue una figura triste en medio campo, y apenas participó con criterio de alguna jugada interesante y Lewandowski se peleó solo contra todos y volvió a marcar pero no generó mucho más peligro y se desesperó una y otra vez. Para colmo, la imagen final del equipo no fue la más edificante con la expulsión de Araujo, la Tangana con Vinícius y esa sensación de impotencia final y de inferioridad ante tu más directo rival, algo que, evidentemente deja muy tocada a la afición del Barcelona.

Es muy difícil destacar algo positivo en el partido, pues todo fue negativo, tanto la imagen como la pérdida de un título como la inferioridad y las muchas carencias que demostró el Barcelona, que se deja, además prestigio internacional de un partido que fue visto por miles de seguidores. Las dudas que deja en torno a la figura del entrenador Xavi Hernandez, que no acaba de revertir una situación muy irregular de la temporada y que cada vez se acerca más a líneas decepcionantes. Veremos cómo afecta este partido y esta contundente derrota al equipo porque aún hay mucha temporada abierta, pero por mucha que tratemos de vender un mensaje de que queda muchas competiciones lo que hemos visto en los últimos tiempos, no invitan para nada al más mínimo optimismo.