Si nos situamos en la calle Banys Nous de Barcelona, encontraremos una placa de cerámica que recuerda los baños públicos construidos en el S.XII y que fueron derribados definitivamente en 1834.
Poco es lo que queda de esos baños, pero en el Museu d’Història de Barcelona aun se conservan cuatro columnas y se reaprovecharon algunos elementos de mármol para la construcción de la Iglesia de Betlem.
Los baños se construyeron sobre unos huertos propiedad del conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV y estaban abiertos para todos los ciudadanos, tanto cristianos como judíos o árabes. Más adelante, en el S.XVIII se construyó encima una casa y pasaron a formar parte de sus establos.