El ejecutivo catalán reunirá el 1 de febrero la Comisión Interdepartamental de Sequía para declarar la emergencia en 202 municipios, de 14 comarcas de Barcelona y Girona, donde viven cerca de 6 millones de personas.
Los embalses del sistema Ter-Llobregat se encuentran de media en un 16,3% y en los próximo días se estima que baje hasta el 16%, la línea roja para hacer sonar todas las alarmas.
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha anunciado que en la reunión extraordinaria de este jueves “se valorará el escenario” y “muy probablemente” se decretará la emergencia.
Las altas temperaturas aceleran la emergencia
Patrícia Plaja ha explicado que las elevadas temperaturas de estos días “han tenido un impacto y han provocado un descenso en la reserva de agua más pronunciado”.
La portavoz del ejecutivo catalán ha avanzado que este jueves “se darán instrucciones clara de lo que comporta la emergencia para la población y para todos los sectores”.
¿Qué sabemos hasta ahora?
El Plan Especial de Emergencia se divide en tres fases que se aplicará progresivamente según evolucione la sequía. En el primer estadio, estará autorizado consumir un máximo de 200 litros por personas y día; en el segundo, bajará a 180 litros; y en la fase más grave, el límite se reducirá a los 160 litros por persona y día.
En todo caso, el Govern ha modificado el plan para “flexibilizar” el uso del agua en el sector deportivo.
- Primera fase: las piscinas para uso deportivo y terapéutico podrán rellenarse, los campos de hierba para celebrar competiciones federadas podrán regarse y las duchas se mantendrán abiertas. A cambio, los gimnasios y centros deportivos deberán reducir el consumo por otro lado.
- Segunda fase: las piscinas deportivas y terapéuticas podrán llenarse o rellenarse. También se permitirá regar los campos de hierba para competiciones federadas. Sin embargo, las duchas de los gimnasios se cerrarán.
- Tercera fase: quedará prohibido llenar o rellenar piscinas, no podrá regarse el césped de los estadios y las duchas permanecerán cerradas.
Otras medidas
El plan de emergencia también se ha modificado para permitir el riego de árboles públicos a fin de garantizar su supervivencia. Deberá hacerse con agua regenerada o freática y sólo durante la primer y segunda fase de emergencia.
En el ámbito económico, la Generalitat ha duplicado -de 90 a 200 millones de euros- las ayudas destinadas a los ayuntamientos para arreglar las fugas de agua en tuberías públicas.
