LA SIGNATURA

La Champions encarrilada antes del Nápoles

La sufrida, pero merecida victoria del viernes ante el Mallorca, unido al traspiés del Atlético de Madrid, en Cádiz, deja bien encarrilada la Champions, sin relajaciones, con los rojiblancos colchoneros alejados y con el Athlétic de Bilbao, casi descartado para la cuarta plaza.

Alfredo Martínez

Catalunya | 11.03.2024 10:01

Un estelar Lamine Yamal fue decisivo Para darle tranquilidad al Barcelona de cara a afrontar el gran duelo de mañana en los octavos de final de la liga de campeones. Su magnífico gol recordó alguna versión del gran Messi, salvando lógicamente a las distancias y considerando que uno ha sido el mejor futbolista de la historia, y otro no ha hecho más que comenzar. Sin embargo, esos gestos mesiánicos no dejan de ser ilusionante por cuanto demuestran que estamos ante un jugador diferente y capaz de liderar el proyecto de futuro de un nuevo Barcelona.

El conjunto de Xavi se sobrepuso a las bajas, en especial, en la segunda parte en la que mejoró en el juego e hizo mérito suficiente Como para ganar el partido. El propio Yamal estrelló otra pelota en el poste y pudo haber marcado instantes antes del gol.

Entre lo positivo, al margen del canterano, cabe destacar la ausencia de lesiones, a pesar de los golpes que sufrieron el propio Yamal y Raphinha, y que el técnico pudo dar descanso a dos jugadores Importantes de cara al choque de mañana, el central Araujo, este por sanción y Lewandowski, que apenas jugó media hora. El Barcelona se asienta en la tercera plaza y sigue teniendo a tiro la segunda y puede aparcar de momento La liga con la sensación de que está en encarrilada la lucha por los objetivos.

Lo de mañana es harina de otro costal. Es un partido sin retorno, decisivo y de supervivencia. Un partido en el que todos deberán dar un paso hacia delante, importante, empezando por el entrenador acertando con la alineación y sacando el máximo rendimiento a sus jugadores, siguiendo por la plantilla que debe dar su mejor versión en el momento más importante y ante un rival de exigencia. No solo ya los jóvenes que lo han venido haciendo, sino en especial los jugadores más veteranos que han venido aquí para estas citas. Como es el caso de Lewandowski, Gündogan o João Felix. Incluso la afición también debe estar entregada en cuerpo y alma, desde el silbatazo inicial y convirtiendo el estadio olímpico de Montjuic, que es algo desangelado, en comparación con el Camp Nou en un escenario casi infernal para los napolitanos y en un aliento constante para que los Barcelonistas sientan el apoyo de Grada. El no haber sentenciado la eliminatoria en la ida, pudiendo haberse venido con un cero a dos o con una ventaja significativa, ha dado alas a los italianos que confían en las dudas que genera el Barcelona para poder dar la gran sorpresa y meterse en la siguiente eliminatoria. No hay prácticamente diferencia y es solo un gol el que puede dar el pase a la siguiente ronda. La llegada del nuevo entrenador ha cambiado la fisionomía de los italianos que estaban en clara decadencia y que sin embargo ahora son un equipo mucho más competitivo y por tanto peligroso.

A pesar de las bajas que tiene el Barcelona el once titular que puede presentar el técnico catalán es de suficientes garantías como para conseguir el pase a la siguiente ronda, eso si siempre y cuando los jugadores den su mejor versión algo que por desgracia, hemos visto en muy pocas oportunidades en la presente temporada. Mañana es el día no queda otra.