El sábado a las 12 de la noche decae el estado de alarma y por lo tanto también otras medidas como el toque de queda. Sin embargo, no hemos de olvidar que la pandemia no desaparece con el estado de alarma y hay que mantener ciertas medidas básicas como la distancia social y el uso de mascarilla. A la espera de lo que decida el TSJC, también se espera que se mantenga la prohibición de reunión de más de 6 personas.
Tras más de 6 meses de toque de queda, es difícil prevé cómo actuará la ciudadanía y si la responsabilidad ante una emergencia sanitaria prevalecerá sobre el deseo de libertad. Por ello, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona llevan días preparando dispositivos para intentar controlar las fiestas ilegales que, según apuntan las redes sociales, se esperan en domicilios, plazas y playas de la ciudad.
Controles en puntos clave
Desde hoy, los cuerpos policiales ya prevén reforzar considerablemente los dispositivos que funcionan por la tarde y por la noche para evitar botellones y fiestas ilegales, con bares, restaurantes y discotecas cerradas. Además, se realizarán labores preventivas con patrullajes fijos en los puntos en los que se espera una mayor afluencia de gente.
Control de las playas
Las buenas temperaturas de los últimos días hacen pensar que las playas serán uno de los principales puntos de encuentro. Sin embargo, el ayuntamiento de Barcelona no prevé, de momento, un control específico para este fin de semana. Si que ha activado ya y hasta fin de temporada, el control de accesos de los cinco kilómetros de playa de la ciudad para que se pueda controlar los aforos en la arena y cumplir así con la distancia de seguridad. Además, los controladores de acceso podrán cerrar las playas cuando se llenen.
Todas los datos recopilados por los controladores se actualizarán cada 15 minutos y se podrán consultar en la web municipal de playas antes de salir de casa.