Un crucero con 1.500 turistas a bordo, en el puerto de Barcelona no puede levar anclas por la presencia de 69 personas de orígen boliviano que no tienen los permisos suficientes para entrar en el espacio Schengen. Las autoridades no le dan permiso para reanudar viaje hasta esclarecer los hechos.
Se trata de familias con niños que viajaban con la compañía MSC Cruceros. En este momento, el ministerio de exteriores de Bolivia trabaja con las autoridades españolas, el consulado y la compañía para solucionar la situación. La empresa asegura que parecía que los pasajeros tenían la documentación apropiada en el momento de embarcar en Brasil. Por su parte, la Policía Nacional cree que algunos documentos son falsos, y eso no les permite ingresar en el espacio Schengen.
Responsabilidades a MSC
No obstante, el Ejecutivo boliviano considera que es la empresa la que debe otorgar "una inmediata solución" a estos ciudadanos, "puesto que su obligación era corroborar los documentos de ingreso o salida a cualquier destino que ofrezca sus servicios" para evitar "este tipo de imprevistos". Ahora el crucero se encuentra parado en el puerto, mientras se soluciona el conflicto.
Los ciudadanos bolivianos no requerían visado para hacer viajes de corta estancia, de 90 días, a los países que son parte del espacio Schengen hasta 2007, cuando entró en vigencia una decisión adoptada por los gobiernos europeos para responder al aumento del flujo migratorio procedente de Bolivia.
En 2015, el Gobierno boliviano y la Unión Europea (UE) iniciaron negociaciones para suprimir el requisito del visado Schengen para los bolivianos que hagan viajes de corta duración a estos países. El asunto se volvió a abordar en 2022 en un diálogo de "alto nivel" en La Paz, si bien actualmente sigue vigente la exigencia del visado para los bolivianos.